Un Bellster es un ser con la capacidad de tomar decisiones libres y que está dispuesto a compartir con la comunidad científica esa virtud (derivada del beneficio de ser uno de los sistemas más complejos del universo) para investigar si los estados más simples de la existencia, las partículas cuánticas, tienen también la capacidad de tomar sus propias decisiones.Un Bellster es importante porque si queremos demostrar que las partículas cuánticas actúan realmente al azar, y no sometidas a algún poder oculto a nuestros ojos, entonces debemos diseñar experimentos que estén (lo más «demostrablemente» posible) libres de estar conectados a ese supuesto poder oculto.Si gracias a los Bellsters, y a toda la comunidad científica que trabaja en las desigualdades de Bell desde 1964, podemos confiar en que las partículas cuánticas son genuinamente aleatorias, entonces podemos construir cosas que superarán a las tecnologías actuales: comunicaciones 100% seguras, ordenadores cuánticos y cualquier tecnología basada en efectos cuánticos genuinos, como el entrelazamiento… eso sin mencionar que seremos conscientes de estar viviendo una revolución científico-filosófica de orden copernicano!